La cueva del conejo resultó ser mucho más grande, grave y tenebrosa de lo que podíamos imaginar, así que esto es una tragedia para la humanidad.
Y ahora, el desenmascarado ambiente del espectáculo y de los líderes políticos es tan maligno, que oprime y reprime nuestras conciencias y corazones.
Pero, aun así, los humanos que rechacen la indiferencia para cooperar con el Bien en este Armagedón, serán los grandes triunfadores espirituales, no ahora, sino durante los siglos de los siglos.