Tecnología: $243 mil es el primer gran robo con IA
(Por Edward Angbes, J.R.)
En lo que podría ser el primer asalto del mundo llevado a cabo por
inteligencia artificial, un audio sintético fue usado para imitar la
voz de un director ejecutivo de una compañía y engañar a su empleado
para que transfiriera más de $240 mil a una cuenta secreta, informó
The Wall Street Journal.
detalles al Washington Post, pero se negó a nombrar a la compañía
involucrada. El gerente de la compañía recibió una llamada una noche,
donde la voz de su superior le exigía que transfiriera dinero a una
cuenta húngara para ahorrarse “multas por pago tardío”, enviando los
detalles financieros por correo electrónico mientras hablaban por
teléfono. Una portavoz de Euler Hermes dijo: “El software era capaz de
imitar la voz, y no solo la voz: la entonación, la puntuación, y hasta el
acento alemán”.
Los ladrones detrás de la voz volvieron a llamar para exigir un
segundo pago, lo que levantó las sospechas del gerente y lo llevó a
llamar a su jefe directamente. En un correo electrónico a Euler
Hermes, el director dijo que el “‘Johannes’ cibernético exigía hablar
conmigo mientras yo todavía estaba hablando por teléfono con el
verdadero Johannes”.
En los últimos años, los deepfakes –deep falsifications, o
falsificaciones de aprendizaje profundo– se han vuelto cada vez más
sofisticadas. Las plataformas de Internet no pueden detectarlos, y las
empresas luchan con la forma de manejar las consecuencias. La
evolución constante de los deepfakes significa que detectarlos nunca
será suficiente debido a la naturaleza del Internet moderno, que les
garantiza una audiencia debido a la monetización de la atención y el
fomento a la producción de contenido viral. En junio pasado, deepfakes
convincentes de Mark Zuckerberg se publicaron en Instagram poco
después de que Facebook se negara a eliminar un video manipulado de
Nancy Pelosi. Todavía no hay un consenso claro sobre cómo debió haber
actuado Facebook en esa situación o en situaciones futuras.
Esto se exagera con los modelos de monetización de datos de empresas
como Facebook y Google. El tecnosociólogo Zeynep Tufecki advierte que
las compañías como Facebook confían en crear una “arquitectura de la
persuasión” que “nos haga más flexibles a los anuncios, mientras
también organizan nuestros flujos de información política, personal y
social”. Esa dinámica central, combinada con la evolución constante de
la tecnología deepfake, significa que este problema probablemente
empeorará en todas las plataformas de Internet a menos que las
compañías detrás de ellas puedan convencerse de cambiar sus modelos de
negocio.
(Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos)